martes, 7 de abril de 2015

NUEVA SACUDIDA AL VIEJO ARCÓN

                                                              I
 
 
Allí donde las pisadas no regresan,
quedan impresos los días soleados
y las noches de tormenta.
El viento se lleva los suspiros...
 
                                          II
 
Alguien lleva en un cuenco
las cenizas de un sueño...
 
                                          III
 
No abandones tus pisadas
sobre la roca oscura
que yace como un monstruo dormido
en la ribera. Mas, no retornes.
Sigue por la vereda
hasta donde te lleve el porvenir:
No importa si alguien
se haya quedado atrás.
 
                                         IV
 
La oscuridad cubre la noche como un velo,
pero las almas que no saben de infamias
brillan como diamantes
bajo un rayo de sol...
 
                                          V
 
No supe descubrir,
entre los llantos de mis congojas
que ya era libre
para volver a amar.
 
                                           VI
 
Unas manos que llovían
ternuras sobre su frente atormentada
le devolvieron la luz de su mirada,
la calma a su inquietud,
el rocío a su rosa
que casi marchitaba.
Unos ojos que prometieron lunas
regresaron a su alma
los delirios de mundos ignotos,
de praderas colmadas de colores,
de cielos con millares de luces
donadas por sus manos
para iluminar el camino de sus vidas.
Unos labios que entonaron
augurios como ritmos del cielo
en melodías no escuchadas y
besos que nadie conoció
porque eran suyos y
le pertenecieron solamente  a su boca...
le enseñaron que  todavía
en su vida, la vida florecía,
que había sueños posibles
y esperanza naciendo
entre cenizas que el viento dispersó.
El tiempo transcurrió,
cesó la lluvia,
se apagó la luz de la mirada
y los labios
quedaron en la espera de un beso
que jamás regresó.
 
 
___________
Derechos reservados.
 
 
 
 
 
 
 
 

DEL VIEJO ARCÓN DE LOS RECUERDOS

                                            I
 
De las sombras no me des los besos,
pues los besos de sombra
rasgan el corazón.
 
(No me des besos de sombra
porque besos sombríos
manchan el corazón).
 
                                             II
 
Miré bajo las piedras;
sobre las copas de los árboles
           escruté;
Horadé las canteras
            de las minas,
ensangrenté mis manos.
Alargué mis brazos
              hacia una nube
para escarbar en ella.
En todos los lugares
               solo encontré vacío.

miércoles, 18 de marzo de 2015

DIÁSPORA

Retomo la ruta de la comunicación y el afecto compartidos con ¨amigos invisibles¨ (como diría Uslar Pietri) desde una nueva geografía: obligada a abandonar mis lares en busca de un destino menos cruel y sin sentido como el que está viviendo Venezuela. Parece un sarcasmo que hoy tengamos que hablar de la diáspora venezolana, cada día más intensa, cada vez más numerosa y triste. Pero, como la vida sigue siendo bella a pesar de tiempos aciagos, no incurriré en el error de solazarme en la tristeza y mucho menos de agobiar a posibles lectores con quejas que no les pertenecen ni pueden remediar. Han pasado ya seis meses desde que salí (salimos) del hogar que me cobijó por casi 40 años. Lo hice sin mirar hacia atrás, convencida de que era la última vez que transitaba esa calle. Así finalizó una etapa para iniciar otra !Quién lo diría! en la octava década de mis experiencias.
Por el momento, nos hemos radicado en Frisco, Texas. Ésta es una ¨pequeña¨ población de provincia que nada tiene que envidiar a una gran ciudad como Dallas, a la cual está unida sin transición perceptible a través de varias  urbes iguales a ella (McKinie, Plano, Allen y otras) que forman un conjunto urbano amplio y se disuelven hasta confundirse, como dije, con la ciudad madre, Dallas. Son lugares hermosos de clima cálido la mayor parte del año; territorios de llanura sin montañas, excepto algunas  elevaciones del terreno, que parecen colocadas allí solo para romper la monotonía del paisaje. Las calles y avenidas son amplias y exentas de suciedad, con algunas interrupciones a causa de la construcción de otras, puesto que Frisco y sus alrededores son territorios en expansión que crecen aceleradamente con nuevas vías de comunicación y conjuntos residenciales que las bordean. No obstante, aún pueden verse muchos terrenos vacíos o en incipientes procesos de construcción. Conjuntos trazados en forma geométrica con viviendas de similar apariencia, es decir, de arquitectura uniforme cuyas variantes son apenas visibles.
Los cielos son de un azul intenso, a veces sin la presencia de nubes o aglomeradas en caprichosos conjuntos de ellas, conformando un hermoso paisaje celeste y blanco. Los dos o tres primeros meses fueron de tiempo tormentosos, sin exageraciones y luego un invierno con menos de una semana de nevadas, mayormente agua-nieve, que se vuelve peligrosa para el tránsito automotor. Desde hace dos o tres días el invierno comenzó a despedirse y el ambiente se prepara para recibir la primavera (anunciada para el mes de abril). La claridad ha vuelto a iluminar el cielo y el calorcito comienza a acariciarnos la piel. Según nos relatan, el verano en Texas es rudo; veremos cómo nos va con él.
De ahora en adelante este va a ser nuestro hogar (¿Definitivo?). Venezuela quedó atrás con su violencia incontrolada, su inflación descomunal, las injusticias de su gobierno forajido y, todavía, con un montón de gente amada que permanece en la memoria como alegría y como congoja. Es época, para nosotros, de adaptaciones: nuevas costumbre, nueva lengua. La vida cambió. Esperamos que con la infinita misericordia divina, sea para nuestro bien.