miércoles, 31 de octubre de 2007

DEL VIEJO ARCÓN DE LOS RECUERDOS VII


O N Í R I C O
Pienso... Siento...
Quiero expresar
y
la palabra estrecha el sentimiento...
Fiebre en la frente... frío en las rodillas...
bajo la lengua, acíbar...
Relojes dalineanos gotean en mis sueños;
aceras rizadas caminan sobre mis pies,
llevándome al paraje donde duerme la aurora.
Un sinfín de cosas me da la bienvenida:
un pez salta en las ramas de un árbol gigantesco;
las hierbas ofrecen sus raíces al extremo del tallo;
los capullos se abren bajo un suelo
transparente y opaco.
Un esqueleto y un hombre contraen nupcias.
La aurora se despierta y llora... Guardo silencio...
Espero una catástrofe surgida de una grieta del cielo.
Bajo el suelo, las rosas han dormido sus pétalos...
Alguien grita, pero hay silencio...
La niebla se va abriendo, como un queso...
y de sus agujeros
sale la niña de la túnica verde...
y me ofrece una flor...
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De: Versos de cualquier hora (ç). 1994.
Imagen tomada de Google.