domingo, 23 de diciembre de 2007

DE REGRESO CON TRES CUARTOS

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Después de una ausencia relativamente prolongada, regreso al ruedo. Me he demorado en hacerlo porque algunas pequeñas actividades me han restado tiempo pero, en realidad, ha sido más que todo porque mi musa inspiradora se declaró en huelga pidiendo, por supuesto, aumento de salario. Y aunque todavía no accedo a su petición (como buena patrona), veré qué puedo lograr sin su valiosa ayuda.

Estuve siete cortos días en el país de las oportunidades. Como buena hija de esta tierra a pesar de que no puedo decir ya “ta’barato, dame dos”, no pude evitar la tentación de ir de “shoping” para poder sacar (gastándolos) algunos dolaritos de la cuota que a bien tiene concederme este inefable gobierno. De esos siete días perdimos dos porque tuvimos que trasladarnos vía Atlanta (a pesar de la “crisis” no había cupo para los vuelos directos), por ello, nos quedaron solamente cinco días, de los cuales también perdí dos porque al llegar extravié una de las tarjetas de crédito y hube de esperar ese tiempo para su reposición. De todos modos, la estada fue muy grata y el toparme con un mundo organizado y muy limpio me hizo sentir en excelente estado de ánimo, aun cuando no pude conocer el centro turístico más importante, es decir, Miami, y nos quedamos siempre en Boca Ratón (no sé si será la del Ratón Mikie). Por fortuna, lugares donde ir de compras es lo que sobra en aquellas tierras, por ello, “patié” cuanto centro comercial existe y, como consecuencia, rebajé unos tres kilogramos. Es decir ¡estoy esbelta!

También como buena venezolana no podía dejar de ir a Disney, para fotografiarme con el gorrito orejón imagen del Ratón Miguelito. Fue un paseo festinado aunque agradable puesto que volver a la infancia es una vivencia que no tiene precio y, sobre todo, por la alegría descomunal que manifestó mi nieto Andrés Alejandro: Poder ver y tocar los personajes de sus tiras cómicas, cuentos y programas de tevé fue para él un preciosísimo regalo. Creo que todos disfrutamos más viendo cómo él lo hacía.

Para rematar, al final de la noche se me ocurrió entrar en una atracción que prometía un viaje por el espacio sideral. No me imaginé nunca que tal viaje era hermano gemelo de la montaña rusa. No quiero explicar ni repetir los improperios y palabrotas que grité con cada caída vertiginosa y giros idem. Me sirvió, sin embargo, para constatar que mi corazón aún funciona bastante bien pues, de otro modo, habría quedado difunta en el sitio.

De regreso, tuvimos que permanecer siete horas en Atlanta, las cuales aprovechamos para dar un paseo relámpago por el centro de la ciudad. Llegamos a nuestra casa a las doce y algo más de la noche, más muertos que vivos ¡Pero contentos (también como buenos venezolanos) porque estuvimos en USA! Aclaro, nunca fui muy aficionada al país del Norte (por aquello del sarampión juvenil izquierdoso) pero, desde que El Innombrable machaca cada día que USA es el enemigo público número uno siento un “no sé qué” de atracción y ternura hacia esa tierra.




Se preguntarán qué quiere decir eso de “con tres cuartos”. Bien, nada más y nada menos que el pasado domingo 16 alcancé la graciosa suma de ¡TRES CUARTOS DE SIGLO!!!!. Eso sí, siendo “una mujer sana, saludable, inteligente, joven, bella, feliz y próspera”. Lema que repito cada día frente al espejo como una manera de alcanzar todo eso que digo y, de tanto repetirlo, me lo creo y así al menos, me hace sentir sana y feliz, lo cual no es poca cosa, creo.

A mis amigos del ciberespacio les deseo unas Navidades llenas de amor, armonía y paz. Sobre todo mucho amor. Es lo que deseo para mí y los míos. Que el espíritu del Altísimo (cualquiera que sea ese Ser para ustedes) los cubra en estos días y todos los días por venir pues, eso de desear ventura por unos cuantos días me parece un despropósito. Que todos seamos cada día un poquitín mejores y no olvidemos que debemos luchar por nuestra felicidad y también por la Paz Universal. Seamos todos esparcidores de luz, de amor, de fantasía y amemos nuestro Planeta y nuestro entorno como si fueran nuestra propiedad privada pues, de hecho, lo son.

Recordemos nuestra infancia sin anclarnos en ella. Luchemos porque los niños de mañana tengan un lugar grato y una vida decente en esta tierra. Un mínimo esfuerzo de cada uno de nosotros puede redundar en un gran esfuerzo colectivo.


¡FELIZ NAVIDAD!





¡FELIZ AÑO 2008!




¡FELIZ, LARGA Y PRÓSPERA VIDA PARA TODOS!


¡LOS AMO MUCHO!!!


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(Esto escribió Alichín a la media noche del 17-18/12/2007. Feliz por los tres cuartos y porque el día 2 de diciembre el pueblo le dijo ¡NOOOOOOOOO!!!!! al tipo aquél).
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( * ) La "trescuartosa"
( ** ) La protagonista, mi Reina, mi bella hermana (con collarín) y mi precioso nieto Andrés A.