Casi desde el inicio de este blog hemos sentido el deseo de comentar sobre el uso y el abuso de nuestra lengua. El castellano. Preferimos esta denominación , más antigua, a la moderna y más precisa: el español. En todo caso, aquí usaremos ambos términos indistintamente. Esperamos se nos excuse.
Ese deseo inicial se agudiza cada vez que leemos las entradas (o los posts) de algunos de nuestros contactos. Podríamos escribir "nuestros afectos" porque tales contactos se hacen cada vez más amigos, más íntimos, más queridos. Y porque se nos han hecho queridos algunos y a otros ya los queríamos de antiguo, nos duele, nos escuece, nos produce un no sé qué incomodísimo leer textos cuyos sentidos son extremadamente interesantes, escritos con gran descuido, sin detenerse a revisar la ortografía, la corrección de la sintaxis y la casi inexistencia de una adecuada prosodia.
No pretendemos exponernos como quien maneja su idioma de manera perfecta. Con seguridad cometemos nuestros deslices o abusos de ciertas formas de decir; incluso esta entrada puede contener más de un error. Pero, en la medida de nuestro humilde conocimiento sobre la mejor manera de utilizar el lenguaje, procuramos escribir y expresar nuestras ideas con claridad y consistencia gramatical, sintiendo que con ello rendimos homenaje a una de las lenguas más hermosas con las cuales se expresa la especie humana.
Y es ese irrespeto, posiblemente inconsciente o al menos no deliberado, el que lastima nuestra sensibilidad de lectores cuando nos enfrentamos a un texto salido de manos profesionales, en el cual no se emplea una coma, se escapan errores ortográficos o se distorsiona la sintaxis. Ciertamente entendemos lo escrito (o lo dicho), aunque a veces con cierta dificultad pero, cuánto más hermoso sería que ese texto lleno de importantes ideas y profundos sentimientos, fuese expresado de manera cuidadosa, elaborada, reflexiva en cuanto al fondo pero también a la forma. Hermosísimas páginas mancilladas por un error ortográfico o por una descuidada concordancia de género o de número. Es muy frecuente, por ejemplo, escuchar el empleo del vocablo feliz como si fuera un plural, sólo por el hecho de terminar en zeta: "Somos feliz" en lugar de "Somos felices". Este caso lo leemos frecuentemente en la prensa y en revistas y también lo escuchamos a diario en boca de periodistas (¡Licenciados en Comunicación Social!) a través de la radio y la televisión.
Parece mentira pero, en nuestro país, abundan los maltratos a la expresión escrita por parte de quienes, por obligación profesional, deberían esmerarse en el decir, tanto en la forma oral como en la escrita. Para el periodista, el lenguaje es una herramienta de trabajo, tal como el martillo o la sierra lo son para el carpintero, el bisturí para el cirujano o la regla de cálculo para el ingeniero. ¿Qué sucede cuando un ebanista descuida el uso de la sierra eléctrica, cuando un cirujano inhábil maneja con descuido el bisturí o cuando un ingeniero efectúa cálculos errados por impericia en el uso de la regla? Los resultados, en estos casos, siempre son lamentables. Pero cuando un reportero infringe las leyes de la gramática nadie resulta lastimado (en apariencia) excepto el idioma que se va degenerando progresivamente. Y, por supuesto, el reportero sale herido en su prestigio aunque esa herida no produce dolor físico y el público, por alguna razón, no hace notar los desaguisados lingüísticos.
¿Cuántos profesionales hoy en día emplean la diéresis? Ni siquiera para escribir la palabra vergüenza ... ¿Cuántos profesionales hoy en día ignoran elementales reglas ortográficas, como la que norma la escritura de la erre (o doble ere) después de una ene? Conozco a un médico cuyo nombre es Eduardo Enrique y escribe Enrrique sin el menor pudor, aun cuando el procesador le subraye con rojo la palabra. Igualmente escriben enrrollar, enrredo, en lugar en enrollar o enredo, etc., etc.
Ya que hemos dado este primer paso para tratar el tema, seguiremos haciéndolo en el futuro, de vez en cuando. Esperamos que nuestros lectores no nos malinterpreten y no se sientan ofendidos por nuestras advertencias. Las hacemos con la mejor intención. Sin querer lastimar a nadie. Nuestro propósito es defender el español en su esencia más profunda, entendiendo que toda lengua es un organismo vivo y, en consecuencia, dinámico, cambiante, que se transforma con el tiempo e incorpora, constantemente, novedosos vocablos derivados de los progresos científicos y tecnológicos o simplemente de la transculturización, fenómeno éste que resulta inevitable
Citaremos algunos ejemplos de usos inadecuados: aquí en Venezuela los empleados bancarios acostumbran utilizar, con exagerada e injustificada pedantería, el vocablo aperturar (una cuenta) en lugar de nuestro castizo abrir. Los derivados son absolutamente legítimos cuando la necesidad los impone pero, en el caso aludido tal necesidad no existe ( al respecto debemos aclarar que ignoramos si el DRAE, en su última edición, le ha dado el espaldarazo a la palabra, en cuyo caso no tomaremos en cuenta el ejemplo). En contraste defendemos el uso de los verbos plotear o chatear, entre otros, impuestos por la aparición de las actividades relacionadas con la computación. Asimismo, ya decimos bloguear, blogosfera, bloggers, etc. Hace tiempo una gran amiga, profesora de castellano, nos comentaba indignada su disgusto ante el uso de plotear y faxear. Nos permitimos preguntarle con cierta timidez: ¿Rechazas también el uso de telefonear, mecanografiar, telegrafiar? Ciertamente los dos últimos están en vías de desaparecer pero cuando ellos surgieron también eran neologismos impuestos por la aparición de inventos científico-técnicos hasta entonces desconocidos. Surgieron los derivados como los casos que vivimos actualmente. Dentro de veinticinco o cincuenta años, o tal vez menos, si las actividades se mantienen, tales palabras habrán dejado de ser una novedad para incorporarse al habla cotidiana de manera natural y otras, insospechadas hoy, habrán nacido. Es el dinamismo del lenguaje. Eso no quiere decir que podamos irrespetar o ignorar las leyes que le dan carácter de lengua al conjunto de elementos propios de la expresión de un país o conjunto de ellos.
Deseamos despertar la sensibilidad a favor de la lengua castellana, o española, entre quienes escriben (y hablan) de la misma manera como nos estamos sensibilizando por la defensa del ambiente y de los animales en peligro de extinción. Sabemos que todos nos sentimos muy orgullosos de nuestro idioma, en consecuencia, llevemos a la práctica ese orgullo comenzando por cada uno de nosotros y veremos con el tiempo cómo muchos granitos juntos, terminan por hacer una montaña.
Nota: No sabemos si la imagen que encabeza este escrito está sujeta a Derechos de Autor. En caso afirmativo, la eliminaremos de inmediato.
12 comentarios:
¡ Que razón tienes, amiga !
Yo comprendo que la gente de a pié cometamos errores de todo tipo al escribir, es natural con el tipo de vida que se lleva, leyendo y escribiendo mas bien poco.
Pero no tengo esta comprensión para los profesionales que de una u otra forma viven de la palabra.
Periodistas, locutores de radio y tv, publicistas, guionistas, politicos y un largo etc, cometen imperdonables errores, y lo peor es que les importa bien poco.
Que lejanos están aquellos tiempos, amiga, que ante una discusión, sobre como se escribia una palabra, o que significaba deciamos con aplomo " Lo dijo la radio" o "Lo pone el periódico"
Es lógico que una persona culta y de letras como tu, sangre y le duela esta situación. Que se le va a hacer amiga, son cosas de los tiempos que corren...
Salud, Genín
Genín, amigo: Casi lloro de alegría al ver que el primer comentario era tuyo. ¡Me has hecho falta! Me contenta tu reingreso a este mundillo y te agradezco, como siempre, tus palabras solidarias. Espero letras más amplias de tu parte, narrándonos las gratas experiencias vacacionales.Con el fuerte abrazo de costumbre. Alichín.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, ademas practicamente Genín me quito las palabras del dedo. Es evidente que no somos perfectos y ciertos errores los cometeremos, aun cuando tratemos de no hacerlo, pero que un profesional lo haga no tiene disculpa.
Odio el nuevo " verbo" aperturar es lo mas ridículo que se ha visto u oido en muchos años.
Un abrazo
Siempre fui corregida por mi entorno a la hora de escribir y tratar el idioma. Mi formación es prácticamente nula, por circunstancias de la vida, padecí una enfermedad de niña que duro muchos años, esto me hizo padecer un problema de aprendizaje serio que me afecto con mente dispersa y muchas mas cosas. Vivo rodeada de personas culta que me corrigen, pero me cansa darles todo lo que escribo y al final opte por ponerlo de la forma que se.
Alguien me dijo que escribir es como andar en bicicleta, cuanto más escriba mas aprenderé; encima de todo esto, los gallegos tenemos jiros muy de nuestro idioma que aun nos confunden más.
Comprendo muy bien lo que escribes y te doy toda la razón, aunque yo no me quiero negar el placer de escribir sea de la forma que sea.
Un beso mi dulce amiga.
Rosa: ¡Qué bueno que me visites de nuevo! Y que alegría tu solidaridad para con mis letras. Esta puede ser una pequeña cruzada por emprender para hacernos merecedores de llamarnos "descendientes de Cervantes". Un fuerte abrazo. Se te quiere bien. Alichín
Muxi muy querida: Si alguien no tiene por qué disculpar sus letras, esa eres tú, que pones toda tu alma y sentimientos en ellas. Entiendo perfectamente la confusión que debe producir el hecho de que tu lengua materna es el gallego y no el español. No me refiero a esos pequeños errores que todos cometemos en un momento dado, los cuales no representan ningún "peligro" para el idioma.
Y es cierto eso de que escribiendo se aprende a escribir. Es el proceso de aprender haciendo. Por eso, mi bella amiga, nunca debes dejar de escribir, porque a pesar de todas las dificultades que me cuentas, Dios te premió con el don de la expresión y eso es algo que no debes dejar de cultivar nunca. Te quiero amiga poeta (o poetiza, como prefieras). Un beso y un fuerte abrazo.Alichín
Spa.Zio: Si vienes por aquí: Te dejé respuesta en el post anterior. Un abrazo.
te doy la razón en general, pero date cuenta de la diferencia en los ejemplos que das: telefonear o telegrafiar derivan de vocablos españoles, teléfono o telégrafo tiene su etimología en las mismas lenguas de que bebe el español desde siempre, pero chatear o faxear derivan más directamente del inglés, y acaso sea posible encontrar equivalentes más acordes al castellano, aunque sería una batalla perdida a estas alturas
ya sabes que el inglés está peor visto, pues de las lenguas actuales es la que más directamente influye en nuestro idioma
en lo de aperturar y abrir te apoyo plenamente, en madrid se sigue diciendo abrir una cuenta, gracias a dios, como me digan aperturar me voy a otro banco y si puedo les denuncio ;-)
un besazo y un cariño
:-)
amor
Amor: Tienes razón: y seguramente si encontramos vocablos para decir "plotear" o "faxear" ya será demasiado tarde...
Aquí no puedo apelar al recurso de ir a otro banco, porque en TODOS dicen "aperturar". Hoy se me ocurrió copiar este post, reproducir muchas ejemplares y repartirlo en las oficinas bancarias. A ver qué pasa... Jajaja.
Un fuerte abrazo y otro beso para tí, con todo Amor
Mi abrazo de hoy: Muakkkk
cuando utilizamos el msn es donde mas se cometen errores al escribir y luego nos acostumbramos a escribir de esa manera,tambien creo que la falta de lectura en las personas es un detonante para tal problema...
saludos
carpe diem!!!!
Aqui estoy, al menos en presncia testimonial, y con la promesa de leer mas post de tu blog.
De momento te diré que estoy de acuerdo contigo en que nuestra lengua es el castellano, porque segun la constitucion, dentro del español hay que incluir al euskera, el gallego y el catalan, al margen de sus dialectos como mallorquín o valenciano.
Hablamos castellano y en este momento escribimos castellano.
Y los catalanes, gallegos y vascos, hablan y escriben en sus lenguas, que son cooficiales en España.
Con cariño.
Orestes:
¡Bienvenido! ¡Gracias por la lección! ¡Feliz travesía! Y...
Un fuerte abrazo.
Alichín
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