miércoles, 18 de abril de 2007

FAREWELL

Patria: El DRAE define este concepto como: 1- Tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos. 2- Lugar, ciudad o país en que se ha nacido. Al menos la primera acepción nos conduce, y nos exige, otra definición: Nación: Conjunto de habitantes de un país regido por el mismo gobierno// 2- Territorio de ese mismo país, según el mismo Diccionario...


Lejos de la frialdad de las definiciones, preguntamos: ¿Qué tienen en su entraña la Patria o la Nación para inflamarnos el pecho cuando escuchamos un himno o cotemplamos con nostalgia una bandera? Sólo la parte que hace referencia a los vínculos afectivos pareciera poder acercarnos a una explicación convincente. Y son, efectivamente, esos vínculos afectivos los que nos hacen dudar (y, tal vez, hasta llorar) cuando nos vemos impelidos por circunstancias adversas a tomar rumbos alejados "del país donde se ha nacido" o de "la tierra adoptiva"...


No quiero extenderme demasiado en estas disquisiciones ni exponer pensamientos que pudieran parecer consejos o clases magistrales pero, sí, necesito decir algunas cosillas al respecto, para mi propia tranquilidad. En primer lugar pienso que, quien "impelido por circunstancias adversas" se vea en la necesidad de alejarse de la patria, deberá, primeramente, hacer un ejercicio mental de despojo, desvinculación y desarraigo para poder emprender el nuevo rumbo sin lastres ni ataduras que ensombrezcan un futuro prometedor, lleno de logros y de felicidad. Luego, tenemos que alejarnos de algunas de las costumbres que han contribuido a conformar nuestro acontecer: comidas, festividades y actitudes. Todo ello formó parte de una capítulo, ya cerrado, de una larga novela: nuestra propia vida. Otro, u otros capítulos se iniciarán para bien, si aceptamos los retos con optimismo y coraje o, para mal, si nos dejamos abatir y permanecemos anclados en lo que quedó atrás. Por último, conservar los recuerdos como precioso baúl de un tesoro que, cuando lo abramos sea para recordar con alegría y con satisfacción los momentos vividos a plenitud, como peldaños conductores hacia la escalada de los éxitos.
Sólo si logramos convertirnos en individuos exitosos y felices (como es la finalidad de toda vida), podremos acudir al llamado de la patria, cuando ésta nos requiera, con algo positivo y eficaz que aportar... ¡¡¡FAREWELL!!! ...

10 comentarios:

Paola Escalona Sepùlveda dijo...

Hola gracias por tu comentario, en realidad estaba algo triste pero quise modificar mi comentario, tengo 26 años y estoy en una etapa de cambios y proyectos, y esos cambios a veces implican dejar cosas y personas muy queridas, pero bueno se que me encontrare con mejores y cosas y mejores afectos tambien. Un fuerte abrazo

Anónimo dijo...

Queridísima Alichín: Ahora es cuando, apenas, me da tiempo para escribirte y felicitarte por los "buenos" escritos en tu blog,gracias por enviármelo. Tienes un bello estilo y por supuesto, profundidad en el pensamiento. Los temas en cada caso han sido muy interesantes. Se los he leído a Irma, quien estuvo aquí en casa este 19 de abril. Ella te manda muchos besos. Te adoramos y estamos orgullosísimos de tener una escritora en la familia ¡Imagínate!

Rosa dijo...

Hola, te visito por que vi tu nota en el blog de Maria Amelia, cuando quieras pasa por mi blog y yo seguire visitandote por aqui para que asi tengas mas amigos virtuales. Saludos.

Derain dijo...

Alichin, he llegado hasta acá desde el blog Trazando Caminos. He leído tus post y puedo decirte que ya cuentas con otra blogger amiga.
Un saludo desde Chile.
Pd. Sobre tu post, creo que no me gustaría experimentar una ida fugosa desde mi país. En realidad, prefiero (hasta ahora) una "ida y una vuelta".
(Como Bilbo, en "El Señor de losd Anillos".)

Anónimo dijo...

El mar siempre se retira cuando baja la marea, pero no se olvida nunca de sus playas, de sus rocas o de sus voraces acantilados. El se retira, un poco, pero no olvida lo que es suyo.

El mar siempre regresa a acariciar la arena, a sobar la roca y a golpear el acantilado para modelarlo.

El mar de vez en cuando se molesta y nos cambia la faz del paisaje, nos sacude, y nos obliga a cambiar...

Hay que sentirse mar... y ser como él constante....

Alichín dijo...

A mi profe: La constancia es hija de la paciencia, o, lo que es lo mismo, la paciencia lleva a la constancia... Y el mar que es constante también es cambiante (como el ópalo)pero, sobre todo, viajero... En su sempiterno errar lanza a diferentes playas y acantalidos a objetos y seres que, en ocasiones, logran renacer en otros horizontes y a nuevos amaneceres.
Gracias, profe, por tu visita y esas tu reflexiones ¡Tan poéticas! Un fuerte abrazo

Palita dijo...

HOLA!! Llego aquí desde el blog de Marijier...
QUé momento difícil para ella...
La verdad es que para la mente parece tan sencillo, tan razonable irse a otro lugar, pero nuestro corazón se nos atraviesa y no paramos de llorar, aunque estemos seguros de haber tomado la decisión correcta.

Yo estuve a punto de irme, y me quedé...
Creo que no pude llevar a cabo el despojo, el desarraigo, especialmente con respecto a mi familia.

Un besote
Pali

Alichín dijo...

¡Hola! ¡Bienvenida! Ya conocía tu espacio pues a través del blog de mi Reina me he metido en todos sus contactos y los conozco a todos. Son personas maravillosas y estupendos amigos que afortunadamente se cruzaron con Mari. Es bueno para ella contar con el apoyo de ustedes en estos momentos cruciales.¡Por supuesto que tienes razón!... El despegarse de los que queremos es muy duro y también del entorno que en alguna medida ayudó a modelarnos. ¿Sabes? Nosotros tenemos aquí una vida hecha; una buena vida... Un hermoso ambiente que es el fruto de todos nuestros años de esfuerzo y es algo muy nuestro porque fue muy luchado y logrado con tezón y con alegría... Ahora DEBEMOS abandonar todo, como delincuentes que huyen del castigo... Por todo eso es por lo que intento llenar con la razón este proceso, para mitigar la pena. Para mí, es mi segundo desarraigo. El primero, cuando estaba empezando la vida (pero ya me daba cuenta de todo y fue excesivamente penoso) y este otro, al final de ella. No creas, Palita, es muy duro, pero no tenemos alternativa... ¡Y todo será afortunado! Un fuerte abrazo y gracias por tu visita y tu aliento.

Derain dijo...

Hola Alichín!
Paso dejando un saludito nocturno.
Cariños.

ella dijo...

Cun tu permiso te he añadido a mis enlaces. me encantó encontrarte, cuenta con toda mi amistad.
un beso